Nuestro presidente es un miedica

Llibret del año 2001
  Nuestro Presidente es un miedica.
  
   Todo comenzó el 20 de marzo cuando terminó el ejercicio de 2000 y empezaba uno nuevo. Nos preguntábamos todos quien iba a ser el nuevo Presidente. ¿Qué nos deparará a todos los falleros el nuevo año?.
   Pues bien, llegó el día de la votación y ganó PACO MONTESINOS. ¡Qué bien!, nos dijimos mi marido y yo, ¡Es el que conocemos desde hace tiempo! Y es por él por lo que estamos en la Falla desde que Begoña Ferrando Vallés fue Fallera Mayor Infantil. Pero con éste prólogo no quiero descuidar el tema principal que quiero contar.
   Desde su adolescencia y como se ve en la foto de pie de página, con 15 años, si cogía una moto, tenia que ir acompañado de una o dos personas, un poco incómodo ¿no?, pero a él le daba igual, lo que no quería era ir solo.
   A primeros de octubre se organizó una excursión para montar a caballo, nos tomamos una paella y toreamos unas vaquillas, pues bien, algunos montarnos, otros toreamos y él solo se tornó la paella.
   Después nos fuimos a Terra Mítica, salimos de Valencia con una gran tormenta; ya estaba él un poco nervioso con el agua que nos estaba cayendo y el conductor que iba a 120 km/hora en la autopista y que no se veía a más de un metro de distancia. Se pidió que parásemos un poco en el trayecto para tomar un café y hacer un pipí y seguimos nuestro viaje hacia Terra Mítica.
   Estábamos todos nerviosos y deseosos de entrar para que nos diera tiempo a subir en todas las atracciones, menos una persona: Paco, que cada vez estaba más blanco; era una prueba muy dura porque sabia que en alguna atracción tendría que subir por mandato de toda la comisión
   Así, le preguntaban. Paco ¿vas a subir al Ave Fenix? ¡que va, yo no puedo subir en eso!; Paco ¿vas a subir al Colosus?, ¡que va, estáis locos! ¿Cómo voy a subir a eso?, para que me de vueltas todo y me haga vomitar!.
   Pues bien, llegó la pregunta de una persona a la que no pudo decirle que no, María José, la madre de ASÉ, nuestra Fallera Mayor, y no pudo decirle que no y tuvo que subir al Poseidón.
   Mientras se colocaban los impermeables, María José le decía a Mar: fíjate, ayer fui a la peluquería, no me mojaré mucho ¿verdad?, y, mientras, Paco iba rezando todo lo que sabia... y llegó el momento, empezó a subir la barquita poco a poco e iba pensando ¿por qué tuvo que apoyar la excursión a Terra Mítica? ¿Quién me mandaría decir que si a la madre de Asé?... todo empezaba a darle vueltas y llegaron a la cima y cayó la barca a mucha velocidad. Todos mojados y María José con sus pelos de peluquería que le caían en la cara, chorreando, y sus gafas también.
   Paco ya tenia el estomago revuelto, tenia como un malestar que no sabia si ponerse a llorar o a gritar del miedo tan grande que tenia, su tez se volvió irás amarilla que el impermeable que llevaba puesto.
   Y llegó la segunda caída, más apoteósica y decía en su interior: que me muero, que me va a dar una parada cardiaca y se quedan todos sin Presidente, porque si soy un miedica ¿que voy a hacerle?..., hasta que terminó la atracción y empezó a respirar un poco y el sudor frío que tenía empezó a desaparecer pero estuvo todo el día diciendo ¡que mal lo he pasado!. El cortado que me tomé no sabía si salía por la boca o lo conseguiría retener en el estómago.
   Paso la excursión a Terra Mítica; esa prueba ya había terminado, pero Festejos propuso ir a otra excursión: la del Rebollar parque natural de Requena que si bien no llovió nos hizo un frío que nos cortaba la respiración.
   Empezamos a ver el parque con un guía que tal amor tenía a los animales que en más de una ocasión nos dijo que el hombre es más guarro que los jabalíes ¡que estos eran mas limpios y listos!. Nos quedamos alucinados de su comentario y pensamos que amaba mucho a los animales o es que no se duchaba. Todos queríamos ver los animales de cerca: los osos, los ciervos, los lobos, etc., menos una persona que estaba siempre uno o dos pasos atrás, nuestro Presidente ¡como no! Que los veía a distancia, sin acercarse y con precaución.
   En la exhibición de las aves rapaces se encontraba lejos también porque ¿para qué arriesgarse a verlas de cerca? para que les sobrevolaran la cabeza y se la llevaran como un gran trofeo, pues para eso me quedo tranquilo sentado, sin moverme, pensaba.
   Le podía más el respeto que la curiosidad de la naturaleza o la diversión de los cacharros de una feria.
   Esta claro que no ha nacido para los parque de atracciones ni las sensaciones fuertes pero si para ser un buen presidente que se preocupa de la Falla y que todos lo pasemos, en definitiva, muy bien.
   Sigue siempre así Paco, gracias.
  
  
   ICA
  

ICA.




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