A menudo ha pasado por mi pensamiento el hecho de que, a pesar de constituir el nombre de nuestra Falla, alguien, al igual que yo, sentiría curiosidad por conocer un poco más de la vida de los personajes a los cuales están dedicadas las calles que forman nuestra demarcación. Si bien es cierto que dos de ellos son más conocidos, pues aparecen en cualquier libro de historia o en cualquier enciclopedia, ahí tenemos a D. Cirilo Amorós, que, siendo el único valenciano del trío, debe ser aquel al que menos conozcamos. Pues bien, he aquí algunas reseñas biográficas, que seguro serán de vuestro interés.
Isabel la Católica nació en Madrigal de las Altas Torres. Tras la muerte de su hermano y tras un rifirrafe con su hermanastro, Enrique IV; fue nombrada heredera de la Corona de Castilla, con gran cabreo por parte de su sobrinastra (Juana la Beltraneja). Pero Isabel conoció a Fernando y, tras los tonteos típicos, empezaron a festear, hecho éste que no hizo ninguna gracia a Enrique IV; de tal forma que, al anunciar (y llevar a cabo) Isabel su boda con Fernando, cogió un potrón de muerte y la desheredó. Pero, no sabemos si fue por un cabreo (porque este hombre tenía muy mal carácter), el caso es que en 1474 murió Enrique IV; e Isabel, muy cuca ella, se auto proclamó reina de Castilla. A su sobrinastra esto le sentó como un tiro y, con ayuda de sus partidarios y el apoyo de Alfonso V de Portugal, le plantó cara. A consecuencia de esto se montó tal trifulca, que la cosa acabó degenerando en guerra civil, e Isabel, viendo que la cosa se estaba poniendo seria, le dijo a su marido: "Fernando, esto ya pasa de castaño oscuro". Y Fernando, ni corto ni perezoso, se puso a guerrear (que no berrear) por ahí, y con un par de batallitas (Toro 1476 y Albuera 1479) dejó zanjada el tema de la guerra civil. Pero como en esta época se aburrían bastante porque, entre otras cosas, no había televisión ni Internet, el tema bélico estaba muy en boga, así es que arremetieron contra los musulmanes, y en esta campaña Isabel participó muy activamente, tanto que se le llegaron a atribuir hechos como aquel de no lavarse hasta que no se consiguiera la expulsión de les musulmanes, (habladurías, que la gente es muy mala y hay mucha envidia), que, por otro lado, vivían tan ricamente allá por el sur. Al fin, en 1492, cayó Granada y se llevó a cabo la expulsión. Ya en tiempos de paz Isabel, no sintiéndose realizada con sus labores, en un arranque de fervor religioso, la toma con los judíos y se propone su expulsión, con el lema: "el que no se convierta, ya sabe donde está la puerta". Simultáneamente participó muy activamente en la financiación de la expedición de Colón (lo que son las cosas: ahora son vecinos), motivo por el cual tuvo más de una bronca con su marido, aunque al final, como ocurre en casi todas las parejas, ella se salió con la suya (gracias a Dios). Durante su reinado se establecieron las bases del nuevo Estado español, se restableció la Santa Hermandad de Castilla, y se crearon multitud de instituciones, algunas de ellas de muy marcado carácter popular, como la Inquisición.
Por lo respecta a Hernán Cortés, todos sabemos que fue un conquistador, que vino a nacer en Medellín (no el de Colombia, en España también hay uno) allá por el año 1485. Cuando contaba 19 años, aunque su padre quería que fuera ferroviario, decidió conquistar otros mundos y, a pesar de su tierna edad, partió hacia América, a las órdenes de Diego Velázquez (el pintor no había nacido todavía), para participar en la conquista y colonización de Cuba. En 1518, ya siendo hombre de confianza de Diego Velázquez, éste le encargó una expedición a México, y a partir de ese momento, el amigo Hernán, al igual que Juan Palomo (yo me lo guiso, y yo me lo como), haciendo caso omiso , de su superior, se lió a conquistar, venció a los indios de Tabasco, e inventó las patatas bravas. Simultáneamente al gran invento, en los ratos libres, fundó las ciudades de Villa Rica en Veracruz ( está última junto con Gary Cooper y Sara Montiel). Llegó a México el8 de noviembre de 1519, y Moctezuma, que en el fonda era buena gente el preparó un recibimiento de ole y ole, y el Sr. Cortes (muy descortés, por cierto) lo hizo prisionero y conquistó México. Pero Velázquez, que estaba algo mosca porque Hernán Cortés no le hacía ni caso, mandó una fuerza mandada por Pánfilo Narváez. y claro, con ese nombre, uno se puede imaginar lo que ocurrió: el tal Pánfilo se tuvo que volver por donde había venido. Pero, mientras tanto, en México, los aztecas ya estaban dando la lata otra vez, y Cortés tuvo que volver. Esta vez las cosas no le fueron tan bien, y tuvo que salir pitando de México. Tras la precipitada salida de México cayó en la cuenta de que se había dejado seis pares de calzoncillos y unas polainas, así es que al año siguiente, cansado de llevar siempre los mismos calzoncillos, volvió y conquistó otra vez la ciudad, haciendo esta vez prisionero a Cuauhtémoc. Enterado de todas estas conquistas Carlos I le nombró Cabo de Consumeros, Sexador de ardillas pardas y Capitán General de Nueva España, además de concederle el título de marqués del Valle de Oaxaca. Tras su vuelta a España, y tras una desafortunada expedición a Argel, en la que perdió las polainas, enfermó y murió (1547) desatendido por Carlos I, que estaba muy ocupado inventando el brandy.
De Cirilo Amorós diremos que nació en Valencia, en el año 1830. Cursó sus estudios en el Instituto Técnico y en la Universidad de Derecho, licenciándose en 1852. A partir de aquí comienzan sus dudas entre hacerse churrero o iniciarse en política. Por fortuna para nuestra ciudad eligió la segunda opción, y ya militando en el partido Moderado fue elegido Consejero, aunque él rechazó ( otra vez la eterna duda churrería / política). Pero años más tarde fue elegido Presidente del Consejo Provincial lo que le catapultó hacia el cargo de Gobernador Civil. Aprovechando el mandato, con permiso de la reina Isabel II ( que pasaba mil del tema) inició el derribo de las murallas que rodeaban la ciudad, dando el primer golpe el 20 de febrero de 1865, con tan mala fortuna que se dio en un pie, a consecuencia de lo cual le quedó un juanete que le acompañó hasta el final de sus días. El derribo de las murallas propició el ensanche urbano y puso remedio al paro laboral. Dos años más tarde fue elegido diputado a Cortes por el partido de Liria. También perteneció a la Junta de Notables que redactó las bases de la Constitución de 1876. Pero a consecuencia de unas discrepancias internas de su partido se aparta de éste, y le asalta nuevamente su eterna obsesión. Decidido esta vez a montar la churrería, decide hacer en Játiva, y, casualidades de la vida, es aquí, en Játiva, donde vuelve a ser elegido diputado a Cortes, en el ano 1881, ano este en el que actuó como mantenedor de los Juegos Florales de Lo Rat Penat. En 1886, viendo que lo de la churrería no iba cara al aire, renovó el cargo de las Cortes, a la vez que era elegido presidente de Lo Rat Penat. Valencia perdió un churrero, pero ganó un gran político, defensor de lo valenciano.
Y ahora, después de haber escrito todo esto, sólo puedo disculparme, pues nada más lejos de mi intención que faltar al respeto a tan insignes personajes. La escritura de estas "biografías " se hizo con intención de divertir a quien las leyese, porque bien es cierto que, probablemente, el rigor histórico de las mismas hubiera parecido aburrido a más de uno. Si se ha conseguido que estemos más al corriente de las vidas de estos personajes, creo que habrá valido la pena. Espero que a nadie ofenda, pero, lo dicho, pido disculpas.