A menudo me ronda por la cabeza la comparación entre la Falla y una enfermedad que dura trescientos sesenta y un días, y que tan solo puede curarse con los cuatro días restantes del año. Esta "enfermedad" provoca bastantes dolores de cabeza y, en algunas ocasiones, un poco de mal humor, pero, para hacer honor a la verdad, hay que decir que también es susceptible de grandes mejorías y alivios, como son la satisfacción de sentirse rodeado de un grupo de gente tan competente que en muchas ocasiones hace que los problemas se resuelvan como por arte de magia. Mucho reconforta también el tener un "compañerete" tan simpático y lleno de alegría como Jaime, nuestro Presidente Infantil. Pero, sobre todo, el mejor reconstituyente es el orgullo de tener dos Falleras Mayores como Gema y María, que hacen brillar a nuestra Falla con una luz especial. Bien, pues, como diría nuestra abuela: "niños, ha llegado la hora de la medicina", esa medicina que nos curará de todos nuestros males, nos hará disfrutar a todos juntos de estos cuatro días mágicos para todos los valencianos, y nos hará olvidar todos los problemas y dificultades que hemos pasado durante el año, aunque sepamos que dentro de unos días volveremos a estar "malitos". Espero veros a todos en el Casal, mientras tanto, recibid un cordial saludo,