Como viene siendo habitual desde hace unos años, en el mes de Mayo, plantamos la Cruz. La verdad es que después de verla plantada, pensé que este año empezábamos a recoger los frutos de la experiencia de años anteriores en los que plantar la Cruz era realmente una Cruz para unos pocos y no elegidos. Plantamos una Cruz bonita y sencilla, con la espectacularidad que adorna una fuente de agua. Se trabajó en el Casal poco menos de una semana y se plantó en un abrir y cerrar de ojos, puesto a las 23'30 los plantadores ya se habían ido a cenar. Los señores Sancho y Caballer nos demostraron una vez más, que lo sencillo también es bonito y ese esfuerzo se vio correspondido con el 4° Premio de Cruces de Mayo de la Ciudad de Valencia.