UNA DE TOROS Como viene siendo habitual, nuestra delegación de festejos, nos lo hace pasar en grande, y es que el tandem formado por Maria Vilana Roldán y Salvador Blanch Blasco, cada año se va superando más y más, y parece que no tiene límites. Una vez más nuestra querida Delegación nos llevó de excursión. En esta ocasión el lugar elegido fue el Tentadero de la Paz el pasado día 9 de octubre de 2000. Dada la gran afición taurina existente entre los falleros de nuestra Comisión, la asistencia fue masiva. Durante los días anteriores, había un fallero de esta Comisión, que no paraba de repetir la cantidad de pases que iba a hacerles a las vaquillas, ¡incluso se llevó un pañuelo para ayudarse en la faena!, este torero no era otro que Manuel F. Ese día, quedamos todos en el casal para ir juntos, ya que la gran mayoría no teníamos ni idea de cómo llegar. Cuando todo el mundo llegó al casal, unos más tarde que otros, como siempre, salimos juntos en caravana, a modo de cuadrilla taurina. Nada más llegar, fuimos todos directamente al bar (¡¡¡que raro!!!), y el día comenzó con un suculento aperitivo basado en cerveza, cerveza y un poco más de cerveza, subvencionada toda ella por nuestros queridos mayores. Tras el aperitivo y por supuesto, tras hacer varias visitas al W.C. para desalojar los litros de cerveza ingeridos, llegó la hora de la comida. Esta consistió en un maravilloso picoteo, paella (una muy buena y otra menos, que le tocó a un servidor), y por supuesto, café, copa y puro incluidos. TRAS LA COPIOSA COMIDA LLEGÓ EL GRAN MOMENTO
Nos dirigimos todos al coso a mostrar nuestras cualidades taurinas. Salió la primera vaquilla y al ver que nadie se atrevía, nuestro secretario Carlos O. rompió el hielo; semejante hazaña e intento de valentía estuvo a punto de costarle un disgusto. Mientras esto sucedía, Manuel miraba desde la barrera, suponíamos que estaba observando las cualidades de la vaquilla para lanzarse en breves momentos. La hazaña de nuestro secretario fue seguida por una soberbia actuación de nuestro Tesorero, el diestro Leo Vicent, seguido, como no, por su sombra, el banderillero Álvaro N., los cuales casi caen por los suelos ante la ovación del respetable y la petición de oreja del Ilmo. Presidente de la corrida Paco Ordiñana. Manuel se- guía sin salir..... y NO SALIÓ. Gracias a Dios, después de tanto susto, todos salieron ilesos de la lidia. Tras la faena y consiguiente subida en hombros de los diestros, no faltaron las típicas partidas de Truc y Dominó entre todos los asistentes. Otros mientras tanto intentaron montar a caballo, pero la cantidad de afluencia de gente les privó de la monta. El día terminó sin más sobresaltos y creo que todos los que asistimos lo pasamos en grande. P.D.: ¿Alguien sabe porque no toreó Manuel?, ¿Era miedo, vergüenza o que las vaquillas eran demasiado grandes para él? .
