Como cada año, y tras largos debates presupuestarios, plantamos la Cruz Mayo. Este año nos hemos dormido en los laureles y entre las pocas ganas de la Comisión a la hora de recoger las aportaciones del vecindario y la cada vez menor aportación del mismo, hemos perdido dinero. Esto último unido a un premio inmerecido ha hecho que se cuestione el plantar la Cruz para el próximo ejercicio. Es una pena puesto que empezábamos a entrar en todas las quinielas ganadoras e incluso para la TV valenciana, era un lugar obligado en sus reportajes. Solo nos pueden salvar dos cosas para repetir el año que viene, una que la Comisión quedó muy contenta, y otra el contar con el mejor diseñador de Cruces de Mayo que actualmente tiene nuestra Ciudad.