Racionalidad futbolistica

Llibret del año 2007
  Racionalidad futbolistica
  
  Andaba, yo, por un lugar precioso, de una ciudad excepcional a la que quiero, respeto y venero, rodeado de amigos con el mismo destino, y muchos otros transeúntes más a los que les delataban sus atuendos.
  
  Ibamos contentos, alegres y con la seguridad de estar próximos en el tiempo a ver un buen espectáculo deportivo –miércoles, noche- y, también, por qué no decirlo, de olvidarnos de los problemas que nos acucian diariamente y centrar nuestra atención en conseguir que nuestras aspiraciones, tan siquiera en las próximas dos o tres horas, se hicieran realidad.
  
  Efectivamente, así ocurrió durante un breve transcurso de la competición porque, más o menos hacia la mitad, se truncaron las expectativas de triunfo y toda la alegría y esperanzas de consecución airosa del evento se torció; a partir de dicho momento todo fue angustia, desesperación e impotencia –anímica- aunque algunos presentes también demostraron la física –incluso la síquica- de tal manera que obnubilados por las circunstancias, mamprendieron a aplaudir y alentar la actuación del adversario.
  
  Supongo que ya habréis deducido se trata de la incomprensible actitud de los que mal se autoproclaman seguidores e hinchas de un equipo –por ejemplo, de fútbol-, que aplauden los aciertos del contrario y critican la actuación de “su” equipo.
  
  Comentar, debatir y criticar un partido de fútbol, incluso en Fallas, es costumbre sana y muy española; dejar de animar a tu equipo es, incluso, hasta razonable y conveniente, en determinados y muy puntuales momentos; pero aplaudir al equipo contrario es actitud insólita, intolerable, mezquina, ruin y merecedora de la más agria de las críticas.
  
  Viva el fútbol y vivan las Fallas.
  
  
   F. Ordiñana
  

F. Ordiñana.




Falla Isabel La Católica - Cirilo Amorós - Hernán Cortés Falla Isabel la Católica - Cirilo Amorós - Hernán Cortés
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