Recordarán algunos que hubo tiempos en los que los asalariados del tabloide valenciano hacían novillos tras el añadido de papel dominical, y la semana comenzaba para el lector futbolero bajo el monopolio de la Hoja del Lunes , colgada en los kioskos con fotos de los goles y opiniones que , exceptuando la época de la vespertina Jornada, no había medio escrito que hasta el día siguiente tosiera... Pasó por aquella redacción un tal Abelardo, al que Salvador Barber ubicó en la crónica negra, ignoro si por su debilidad hacia los carajillos de ron negrita, o por ese modus operandi de intelectual en funciones de bohemio aburguesado, que tanto se llevaba en la farándula nocturna . El caso es que la criatura becaria y el que suscribe, en aras de sus respectivas comisiones laborales, compartimos durante un par de años algunos episodios fiambreros, y otros sobresaltos del drama cotidiano que proporcionaba el devenir de la capital...
Una de esas festivas y otoñales tardes en que mis hijos y yo cambiamos la butaca del cine - los pateos de parque o playa – por un pedazo de cemento en Orriols , descubrí encaramado en la tribuna de prensa al bueno de Abelardo. Pasé de la perplejidad al temor en un abrir y cerrar de ojos, en tanto que el corazón buscaba refugio en algún rincón del alma... Uno se acostumbra a que su Levante navegue entre la comedia trágica y la tragedia cómica ; pero ver a un redactor de sucesos presto a cubrir la información de uno de sus encuentros , puso los pelos de punta en la árida llanura de mi calvicie... Todo quedó en el susto, en la anecdótica sustitución a un compañero enfermo, y en curiosa reseña cerrada con una estrofa del himno granota, donde a falta de crímenes o de fútbol que llevarse a la boca, el amigo Abelardo debutó en aquellas lides como Lope con el soneto , cubriendo renglones con el espectáculo de la propia entrega.
Me vino a la memoria lo relatado cuando Carlos Ordiñana, en funciones de redactor-jefe llibretero, y a la busca y captura de garabatos para llenar huecos , aceptó trasladar a nuestra publicación la
../..
../..
-2-
surrealista experiencia, pero cargando las tintas en los personajes. Al plumilla me lo hace madero, y al fútbol de competición me lo viste de fallero , con todos sus atenuantes...
Metidos, pues, en la diligencia de reconstruir los hechos ; y habida cuenta que el instructor y secretario de las presentes no dispone de testigos a mano para perfilar detalles, toda vez que tampoco es factible hacerlo sobre el lugar en que se produjeron el día de autos; se toman como referentes el testimonio gráfico realizado “in situ” , algunos puntazos – que siempre son órdenes – de nuestro genial redactor-jefe , y la pacífica insistencia del Padre Jesús – Jakaranda Home – para que no me olvide de poner que el saque de honor lo hicieron nuestras Falleras Mayores.
Fue llegando la hora contratada mientras Paula, Carla, Isabel, Amparo, María José, Asé, Elena y Encarna tomaron posiciones en la grada. Se puso Paco Ordiñana algo pesado con lo de la teja, la mantilla, el abanico, y el mantón de Manila luciendo en el palco, pero deduzco que las damas optaron por el discreto encanto de las animadoras falleras...Junto al césped, hicieron lo propio María, Ampa, Begoña, y Mar; a las que se unirían más tarde Asé, Paula, Carla, Beatriz y Mónica...
Posan los contendientes en lados opuestos de la cancha, el músculo tenso y desafiante la frente en alza. En un bando – léase senior o casados – copan el flash inicial Jesús, Paco, Ángel, Esteban, Dani, Josele, Leo, Salva, y José Luis . Pero también jugaron Pedro (a) “Presi”, Paco Montesinos... , que no sabemos si no salieron en la foto porque se movieron, o porque no quisieron verse involucrados en la trama que pintaba. Observen... dos individuos vestidos de negro y camuflados en gafas oscuras . ¿ Alguien diría que estaban allí para jugar al fútbol...? . ¿Era el festejo la pantalla perfecta para pasar la mercancía en las mismas narices de la Policía...? . Investiguemos a este par de sujetos... Uno de ellos trabaja – eso dice – para la Banca .
../..
../.. -3- Al otro no le ha visto nadie pegar un palo al agua, salvo en la falla . Y ambos figuran familiarmente vinculados a la industria farmacéutica... Ahí tenemos el triángulo básico de la mafia . La “pasta”, la “familia”, y la droga... Pero ahí no queda la cosa. ¿ Quienes son los restantes miembros del equipo...? . No se lo pierdan... Un panadero, para darle el toque napolitano al conjunto. Bajo los palos,el comerciante de muebles; con la sonrisa permanente, el de las flores; y frotándose las manos,el joyero... más triángulos perfectos para el tráfico sumergido en una inofensiva importación, y el posterior blanqueo con el oro... . Quedan tres. Dos son el correo predilecto ; uno que maneja el tráfico marítimo , y otro metido en la producción de automóviles... Bueno. ¿Y dónde ponemos al pobre Josele...?. ¡ No lo vamos a dejar fuera del negocio...! . Ya lo tengo... ¡necesitarán cómodos colchones en la cárcel...!. Caso resuelto.
El equipo joven – o soltero – posó con Salva, Fernando, Nacho, Pablo, Esteban, Paco, Carlos y Emilio. También anotamos ausencias en el encuadre, aunque en este caso se deba a otras causas, y se batieron como los mejores...
Unos y otros, contendientes, espectadores, pusieron esa cerrada y cálida ovación a nuestra Fallera Mayor, Beatriz Gómez-Lechón Verdía; y Fallera Mayor Infantil , su hermana, Mónica Gómez-Lechón Verdía ; cuando hicieron el saque de honor ; y amén de la instantánea del propio lance, nos brindaron para los lectores del llibret el simpático primer plano que ofrecemos con el reportaje .
Del festejo de fútbol fallero , lo que se dice de los sudores sobre el tapiz sintético y patadas al viento , tengo notas de una corbellá de juzgado de guardia que le propinó Pataqueta Casaní a su hijo Pablo, no sancionada por incomparecencia del colegiado ; del impacto que produce la cara de velocidad de Paco Montesinos, cuando cambia de marcha en pos del esférico ; y las extrañas maneras de un Presi, que no sabemos si le pega al balón con la cadera, o está ensayando para dedicarse a bailes regionales...
Como titularía nuestro Abelardo en la Hoja del Lunes : “Sin fútbol ni mafia, nos quedó el festejo...” . “¡ Vivan las Fallas...!” .