Que a los valencianos nos gusta la claridad y la luz, signos inequívocos de nuestra tierra, es algo innegable.
Pero abusando de éste tópico, que no por ello alejado de la realidad, y haciendo una especie de juego mental y conjugando sinónimos de nuestra rica lengua española, bien podríamos conjuntar que limpieza es sinónimo de claridad.
Y os preguntaréis, a qué viene éste comentario de la limpieza en un “llibret”. Os comento y seguro que al acabar éste comentario, todos coincidimos en que la plaza donde ubicamos nuestros monumentos es la más limpia y radiante no solo del sector sino de Valencia entera.,
Todas las noches, puntuales, aparecen los camiones encargados de la recogida de residuos sólidos –como ahora se le llama a la basura-, y si tenemos “mascletá”, se barre la calle, que nos disfrazamos, pues aparece la brigada de limpieza para eliminar el mucho confeti que tiramos, y escuso deciros la noche del “concurso de paellas” que después de terminar con la calle repleta de leñas, tierra, residuos y alguna que otra paella que no ha podido ser presentada al jurado, aparece la brigada y en un “plis-plas” nos dejan la calle y la plaza digna de encomio.
Fenomenal preocupación de nuestro amigo RAMON MARTINEZ, fallero de nuestra Comisión, que sabe compaginar con sumo acierto la responsabilidad profesional con su cariño a la fiesta, a nuestra Falla y a Valencia.