E] otro día me pidieron que escribiera sobre las FALLAS. Ante esta petición intentaré describir que sentí viviendo esta rica cultura valenciana, para mi hasta ahora desconocida. Había oído a algunos de mis amigos hablar delas FALLAS, y yo de sus comentarios me las había imaginado como unas fiestas populares más. Pero viviéndolas, es como he entendido, como son de importantes las FALLAS para un valenciano. De hecho nada de lo que me había imaginado, correspondía con lo que en realidad viví tan intensamente aquellos días en Valencia, porque para entender de lleno las FALLAS, hace falta vivirlas en primera persona. Yo he tenido la fortuna de tener a mi lado a un excelente guía, que unido al maravilloso recibimiento de su Falla, se convirtieron en unos maravillosos anfitriones quienes han sabido hacerme saborear cada momento del evento tan esperado. Creo que el mérito de esta ciudad se deba buscar en la minuciosa y larga preparación de ]as FALLAS por parte de todos los ciudadanos, durante todo el año. Pienso que todo esto nazca del único objetivo de hacer sentir en cada barrio, incluso para los que venimos de fuera, la historia de esta gran región. De hecho es a través de los peinados junto con esos maravillosos trajes, con esa riqueza de telas, que me cautivaron desde el principio, las bandas de música tocando ininterrumpidamente por las calles, los pasacalles y la ofrenda, me impresionó ver niños y niñas tan pequeños caminado durante horas para llevar su ramo a la Virgen, las mascletaes -algo que no he entendido, como tanta gente se puede ilusionar oyendo sólo ruido- y la belleza de ]os castillos de fuegos artificiales, auténticas obras de arte de los pirotécnicos, ese colorido, el ritmo..., que belleza y por supuesto los monumentos de cartón-piedra alzados en las plazas por cada Falla; algo más que no he entendido; como se puede trabajar todo un año para crear algo tan maravilloso, digno de exponerse en los más importantes museos del mundo, para acabar quemándose en pocos minutos. Es en todo esto donde el valenciano de hoy encuentra sus raíces más profundas. ¿ Cuál es el recuerdo más bello que tengo de mis primeras fallas ? , sin ninguna duda la CREMÁ. En esta mágica noche en la cual la ciudad parecía totalmente envuelta de un indomable incendio. Mirando las Fallas cubiertas por las llamas, mi mente estuvo totalmente capturada, y sin darme cuenta he comenzado a sentir dentro de mi la ciudad de Valencia. La imagen de toda aquella gente llorando me ha impresionado y emocionado, y permanecerá para siempre en mi recuerdo. Esto han sido para mi ]as FALLAS. Por éstos y otros motivos difícilmente descriptibles, volveré a vivir la misma emoción de hace un año. ¡Nos vemos en FALLAS!