Pues... ¡vaya por Dios¡... ahora va y resulta que han pasado ya 20 años, y yo con estos pelos... blancos ,claro. Parece que fue ayer -y esto no es tópico, sino realidad- cuando nos reuníamos por primera vez. en lo que entonces era la cafetería de Asprona. en la calle Henán Cortés. Éramos muchos, Enrique Esteve, Manolo Alcántara, Saturnino Solano, Rafa Gonzálbez, Pepe Cañero, Ramón Ribera y Jorge Peyrolón -los dos últimos ya nos dejaron- Saura y Juan Carlos Vera, jugadores del Valencia C.F. que por entonces era otra cosa... y muchos más. Al día de hoy, como se suele decir, de aquella primera generación solo resiste en activo Manolo Alcántara. Pasan por mi mente aquellos fotogramas que reflejan años de esplendor. Debutamos en 1979, en la Sección Primera C, nada menos que con el primer premio. ¡ Llegamos y besamos el Santo ¡ Hicimos unas presentaciones con atracciones de primera línea. Betty Misiego, Martes 1Tece. ..; Iniciamos los Moros y Cristianos en la barriada, Rafa Gonzálbez trajo de Muro de Alcoy; le dimos a nuestra música de banda un lugar de protagonista en el programa de festejos, con aquellos conciertos en plena calle de la Unión Musical de Liria; montamos unas verbenas también en la calle de las que crean época, y estuvimos a un "tris" de cerrar "la paraeta". Es decir, hemos tenido de casi todo, pero al final encontramos el traje a nuestra medida que es la que ahora tenemos y no nos va nada mal. Hemos logrado también llenar un hueco importante. El que mediaba entre mayores -mi generaci6n- y la generaci6n del "chupete", que por entonces eran legi6n. Nos faltaba peligrosamente la de en medio, la del "cubata". Y mira por donde del chupete, con el tiempo, han pasado al cigarrillo e incluso al puro, que hay ya quien le da todo. De mirar hacia abajo, ahora hemos pasado a levantar la cabeza porque la inmensa mayoría nos pasan algo mas de un palmo, y no porque hallamos encogido sino porque a fuerza de Coca-Cola –digo yo- han logrado elevar la media nacional de altura. Y con ellos ha llegado ya el relevo en muchas responsabilidades, y la garantía de continuidad, porque a los de la primera generación nos empieza a crujir el “andamio” cada vez que hacemos un leve esfuerzo. Ya mandan -¡joroba si mandan¡- y saben de sobra lo que es hacer, plantar y quemar una falla. Y lo mejor de todo es que los huecos entre generaciones, en nuestra falla, ya no existen, porque, la actual de la "Coca-Cola" y del "cigarret" es abundante, y la del "chupete" ha pasado de constituir la legión a "plaga”. Viendo todo ello, lo que fue el pasado -muy reciente, pero pasado- lo que es el presente, y el futuro que nos espera, podemos afirmar con rotundidad que valió la pena tanto esfuerzo
